
El desafĂo: escalar un pico importante del noroeste del PacĂfico (en este caso, un volcán) y capturarlo en una pelĂcula, incluida una mirada al cráter en el Monte St. Helens.
En mayo de 1980, la erupciĂłn del Monte St. Helens sacudiĂł el mundo, su explosiĂłn mata a decenas de personas, aplasta bosques y decapita un importante pico del noroeste del PacĂfico. Lo que quedaba era la concha de una montaña, una columna de ceniza que se elevaba a la atmĂłsfera. En la parte superior, el vacĂo de un enorme cráter humeaba donde 1.300 pies de roca, hielo y tierra habĂan existido solo unas horas antes.
A principios de este año, 36 años despuĂ©s de la erupciĂłn, me preparĂ© para escalar la masa aĂşn humeante de St. Helens. El objetivo era un proyecto de ascenso y filmaciĂłn de dos dĂas, que incluĂa un campamento base en la nieve cerca de 5,000 pies y luego un ascenso serpenteante por varias crestas hasta la cima.

Como parte de la serie GearJunkie “Scorched Earth”, la pelĂcula narrarĂa la historia de Mount St. Helens a travĂ©s de la lente de un escalador, guĂa y profesional de SAR llamado Jared Smith. Una especie de leyenda local, Smith tiene más de 300 ascensos del famoso volcán (y decenas de rescates de montaña) bajo su cinturĂłn de arnĂ©s.
Proyecto cinematográfico: Mount St. Helens
Nuestro proyecto, patrocinado por YETI y parte de una serie llamada “Scorched Earth”, se organizĂł con la ayuda del Instituto Mount St. Helens. El Servicio Forestal de EE. UU. Nos permitiĂł escalar y filmar, y el camarĂłgrafo de GearJunkie Joshua Van Patter se desempeñó como camarĂłgrafo principal y operador para tomas aĂ©reas.

Desde el comienzo del sendero Bivouac del escalador, empacamos mucho para la escalada. En una exhibiciĂłn ridĂcula, cada excursionista tarareaba dos mochilas y pesaba mucho para transportar el equipo necesario para filmar. Brandon Busey, voluntario del Instituto Mount St. Helens, se ofreciĂł a servir como “mula de la cabeza”, cámaras, trĂpode y equipo de producciĂłn en un paquete sobrecargado.
En el frente de Busey estaba el estuche rĂgido para el dron. Nuestras imágenes aĂ©reas del cráter de St. Helens requerirĂan una vista de pájaro, asĂ como la navegaciĂłn en el viento y el aire.
Desde el comienzo del sendero a 3.700 pies, la ruta sigue el Ptarmigan Trail hasta un área establecida llamada Kiwi Camp. Nos tomamos nuestro tiempo para cargar las cargas a casi 5,000 pies, pronto chocamos con la lĂnea de nieve y avistamos la hamaca de Jared Smith y volamos en la ladera de arriba.
Equipo para escalar (y pelĂcula)
Filmar en la naturaleza requiere una doble dosis de equipo. Necesita todos los productos para realizar la tarea, además de cámaras y equipos para documentar la experiencia. La filmación interrumpe la escalada, ya que cada toma requiere un camarógrafo para configurar o correr hacia adelante, escalar una cresta y obtener la toma.
Para St. Helens, que buscaba capturar el volcán desde varias perspectivas, Van Patter trajo mĂşltiples “herramientas”. Estos incluyeron una cámara RED Dragon, una unidad DSLR, mĂşltiples lentes, un trĂpode y el dron DJI Inspire One.

Para tomas “en movimiento”, tenĂamos dos cámaras GoPro y una nueva herramienta, la Osmo de DJI, que tiene una cámara de cardán de mano que se ajusta para mantenerse estable mientras caminamos, trepamos y relucimos en los flancos de la montaña.
Las baterĂas, las tarjetas de memoria, los cargadores y todo un caso de erratas de camarĂłgrafos completaron el recorrido.
Cuando el sol se puso el primer dĂa, y con nuestro campamento preparado en la nieve, nos pusimos en posiciĂłn. Los disparos de la hora dorada son necesarios para muchos cineastas, y Van Patter se moviĂł sobre una cresta para captar un horizonte que se desvanece hacia la noche.
A continuaciĂłn, un vuelo de drones, un primer plano de Smith para una entrevista, luego, con un micrĂłfono encendido, algunas narraciones alrededor de un incendio completaron el primer dĂa del rodaje.
DĂa dos, nos levantamos por delante del sol. La cumbre era nuestro objetivo al comienzo de la tarde. Smith subiĂł una rampa, pateando pasos hacia el astrágalo y un acantilado arriba.
Para alguna variedad de la ruta comercial, Smith condujo a nuestra tripulación hacia un subpico adyacente al Monitor Ridge, muy escalado. Se creó una pirámide de piedra, la cumbre secundaria, llamada Monitor Peak, durante la erupción. Ahora se erige como una aberración sobresaliente en la cara del volcán.
Hacia la cima
La cámara ROJA es una bestia de una unidad, pesada y desgarbada para llevar en tierra plana. Agregue nieve y rocas a la mezcla y la cámara se convertirá en una bola y cadena en una escalada. Pero para el metraje de alta definición requerido, para las tomas más claras y épicas, necesitábamos el RED allà para filmar.
Y asĂ, la tripulaciĂłn se turnĂł para izar y moverse con la cámara. Busey tirĂł del zángano sobre su espalda. Van Patter, dirigiendo el espectáculo, llevaba un paquete lleno con el equipo adicional necesario ese dĂa.

En la parte superior del subpico, donde Smith habĂa sacado el equipo de escalada para ascender a una chimenea, observamos la vista. La cumbre, aĂşn a miles de pies de altura, era una pendiente blanca y limpia.
Una cabra de montaña tropezó a través de un campo de astrágalo. El paisaje de abajo, un bosque salpicado de picos, rodaba hacia el horizonte como una alfombra verde.
Scree y ceniza dominan en St. Helens. Nuestra tripulaciĂłn levantĂł nieve, se moviĂł sobre una cresta y bordeĂł campos de piedra suelta, empinada e inestable para caminar.
La cámara Osmo, con la cabeza girando como un giroscopio, empapada en la escena. Camina, camina, trepa, revuelve, la cámara captura los movimientos como si estuviera en una pista.

Cerca de la cima, una estaciĂłn meteorolĂłgica sirve como punto de referencia y un extraño punto de referencia en la subida. Luego sube las laderas, una pendiente empinada interminable, pateando más escalones, arrastrando el equipo, acercándose al cráter, que todavĂa lleva muchos dĂas fumando.
Experiencia cumbre
La cumbre de St. Helens es un lugar al revĂ©s. Una erupciĂłn masiva hará eso. De hecho, en la cara sur no hay una cima normal, simplemente un final de la pendiente y luego una caĂda a más de 1,000 pies del otro lado.

Subimos los últimos cientos de pies y esperamos a que el Monte Rainier apareciera a la vista. Rainier, el más grande de los volcanes de la zona, está oculto durante toda la subida hasta la cima en la cima.
Te quedas mirando a Rainier. Miras hacia el vacĂo. El cráter, una extensiĂłn extraña y cenicienta, cae de las cornisas hacia un piso estofado fuera de los lĂmites.
Una cĂşpula se está construyendo lentamente, con el magma empujando hacia arriba desde las profundidades de abajo. El vapor y el humo son esporádicos, y un enorme lago en la distancia lleno de árboles flotantes muestra la carnicerĂa ecolĂłgica de la erupciĂłn aĂşn hoy.

Lanzamos el dron para obtener imágenes desde arriba. El viento azotĂł la cresta, pero el helicĂłptero cuádruple zumbĂł y volĂł alto. Su cámara grabĂł la escena, geologĂa en bruto en el borde del cráter.
Smith se enganchĂł y empujĂł un piolet en la nieve. Él atĂł, moviĂ©ndose lentamente hacia las fauces de St. Helens. Van Patter pilotĂł el aviĂłn no tripulado, sus cuchillas silenciosas cientos de pies en el aire. Estábamos en la cima de una montaña, al borde de un vacĂo, capturando una experiencia y un momento en el tiempo.
–Ver la pelĂcula completa, “Into The Crater”, una parte de la serie Scorched Earth de GearJunkie, patrocinada por YETI. Gracias por guiar a Jared Smith y al Instituto Mount St. Helens por su apoyo en el proyecto y la escalada.