
Era mediados de septiembre y estaba ansioso por terminar el sendero antes de que comenzara el invierno. AsĂ que empaquĂ© todo mi equipo y esperĂ© con impaciencia hasta el fin de semana. Luego, en el Ăşltimo minuto, lleguĂ© a un golpe de velocidad. El Ăşltimo segmento del sendero estaba a una hora y media de la casa y Jeremy no tuvo tiempo de recogerme. Estaba aplastado y (estĂşpidamente) determinado. HabĂa comenzado este viaje porque sentĂa que habĂa detenido mis pasiones cuando eran inconvenientes y lo necesitaba. Necesitaba saber que podĂa hacer esto. Entonces comencĂ© a conducir.
En el camino llamĂ© a dos servicios de transporte. Completo. Luego llamĂ© a un nĂşmero de una tienda de kayak que alguien habĂa escrito en reddit hizo recogidas. Sin respuesta. AsĂ que seguĂ adelante, sabiendo que probablemente tendrĂa que dar la vuelta.
Cuando lleguĂ© al parque, el lote estaba vacĂo. No hay esperanza para hacer autostop. De todos modos, Âża quiĂ©n estaba bromeando? TenĂa dos perros grandes conmigo, una mochila, y estaba tratando de llegar a un lugar 40 minutos despuĂ©s. Mis posibilidades de tomar un aventĂłn, incluso del más amable de los extraños, parecĂan bajas. MirĂ© mi telĂ©fono y mi señal rebotĂł. Como Ăşltimo esfuerzo abrĂ Uber. No hay señal, entonces “no hay paseos en su área”. RecarguĂ© y luego volvĂ a cargar. De repente, milagro de milagros, ¡estaba conectado a un conductor cercano!
Le habĂa enviado a Lester un mensaje de que viajaba con dos perros, pero la expresiĂłn de sorpresa en su rostro cuando se detuvo me mostrĂł que no lo habĂa recibido. No obstante, Ă©l era un buen deporte y dijo que mientras no orinaran en su automĂłvil, los perros podrĂan unirse a nosotros para el paseo. Durante la siguiente hora hablamos sobre mi caminata y sus experiencias en las porciones de ciclismo de montaña del sendero. Estaba preocupado por mĂ cuando era una chica que caminaba sola y hablamos sobre lo que significa seguir tu propio camino. TodavĂa esperĂł un rato despuĂ©s de que llegamos a nuestro destino para asegurarme de que saliera al camino con seguridad.
Senderismo solo
¡Y Kimbo, Sadie y yo estábamos fuera! El viaje habĂa tomado un tiempo y sabĂa que solo tenĂa dos dĂas y medio para completar 35 millas. Iba a ser un sprint hasta la lĂnea de meta.
Una de las cosas que más me gustĂł del sendero fue lo vacĂo que estaba. Durante toda mi caminata por Laurel Highlands pasĂ© junto a un gran total de ocho grupos de excursionistas. Me encantĂł estar realmente solo. El sendero era mĂo y fue extraordinario para mĂ que un lugar tan cerca de casa pudiera sentirse tan lejos.
Llegar al paso elevado de la autopista fue un gran momento para mĂ. HabĂa pasado por debajo de este puente con las grandes letras “Laurel Highlands” en la Ruta 22, docenas, si no cientos de veces. Siempre miraba hacia arriba y me preguntaba cĂłmo serĂa estar mirando hacia abajo desde el sendero. CrucĂ© el puente justo cuando el sol comenzaba a ponerse y sentĂ brevemente la cima del mundo, antes de apresurarme a acampar para pasar la noche.
DespuĂ©s de mi primera noche en el refugio, supe que necesitaba una tienda de campaña. Los perros estaban más tranquilos y todos dormimos. Al amanecer, los perros y yo hicimos un desayuno rápido de avena y cafĂ© y continuamos nuestra caminata. Por ahora habĂamos alcanzado un ritmo. Me detenĂa cada pocos kilĂłmetros para romper y darles agua. A su vez, se detenĂan cada vez que me detenĂa y esperaban hasta que estuviera listo para seguir adelante. Éramos un equipo y se sintiĂł bien.
Celebrando hasta los 70
La segunda y Ăşltima noche en el camino convencĂ a Jeremy para que se uniera a mĂ para dormir. TenĂa que estar en el trabajo al dĂa siguiente y no podĂa acompañarme en la caminata, pero trajo cervezas y demostrĂł ser un maestro constructor de incendios. Bebimos y nos reĂmos hasta bien entrada la noche. No apreciaba mucho mis habilidades culinarias y se resistiĂł a la idea de comer macarrones con queso sin leche ni mantequilla, alegando que, aunque podrĂa estar pasando apuros, se dirigĂa a la civilizaciĂłn al dĂa siguiente y habĂa comido pizza para la cena. Me reĂ y felizmente me lo comĂ todo. Cualquier comida caliente es deliciosa cuando has caminado 15 millas.
La mayor parte del Ăşltimo dĂa fue fácil, y aunque me dolĂan los hombros, disfrutĂ© del terreno diverso. Caminamos desde las rocas cubiertas de musgo hasta la cima de las dunas cubiertas de arena, y luego pasamos a travĂ©s de grandes rocas que se alzaban sobre nosotros. Los perros descubrieron que tenĂan afinidad por las ardillas, y cuando las ardillas chirriaban, respondĂan lloriqueando y tirando del extremo de sus correas. ¡Las Ăşltimas cinco millas fueron más difĂciles de lo que esperaba pero valiĂł la pena por la vista!
Bajando la colina llegamos a la milla 70, y con un sentimiento de euforia y victoria caminamos penosamente los Ăşltimos metros hasta el auto y comenzamos el largo viaje a casa. Hecho.